24 agosto, 2008

Ordesa-Monte Perdido 1r Día

Sábado, 16 de agosto del 2008

Nos levantamos de nuestro camping situado en Torla a las ocho de la mañana. Torla es un pequeño pueblo contiguo al parque desde el cual parten los autobuses que nos llevan a la entrada del parque. En Agosto solo es posible acceder hasta el parque en autobús o andando, pero no se puede entrar en coche particular ya que la afluencia de gente se dispara. Entre unas cosas y otras se nos hizo las once de la mañana aproximadamente cuando llegamos al parque. El cielo no acompañaba demasiado a una mañana que esperaba que fuera una de las mejores de mi vida. En este preciso instante comenzó nuestro reto cogiendo el sendero que nos llevaría hacia la Cola de Caballo, pasando por las Gradas de Soaso.

Empiezo a caminar, siempre con la motivación de emprender algo nuevo, igual que un niño con sus juguetes recién estrenados el día de Navidad. Empezamos a caminar dirección… bueno en realidad seguíamos a la gente ya que parecía un día en la Ramblas. Comienza la primera subida, hasta ahí habíamos ido los seis participantes de la aventura juntos, pero las fuerzas de cada uno nos llevo a formar dos grupos. Una pequeña avanzadilla, los cuales conseguiríamos llegar hasta el refugio, y otros tres más atrasados.

Entramos en un hermoso bosque (no nombraré los arboles ya que ando algo escaso en este tema). Seguimos el sendero y una vez llegamos a un pequeño descansillo vemos que el día no mejora en absoluto, todo lo contrario cada vez va empeorando y en cualquier momento puede descargar. Intento hacer memoria de donde había colocado mi chubasquero y la funda para cubrir mi mochila. Por fin me acuerdo y los encuentro. Cubro la mochila y dejo el chubasquero a mano. Volvemos a proseguir la marcha, esta vez cada cual a su ritmo. Tras bajar un poco topamos con unos hermosos saltos de agua, fotos de rigor, y proseguimos.

Continuamos por el bosque. En mitad de este nos coge la lluvia, menos mal que había cubierto mi mochila y tenía el chubasquero a mano. Me lo pongo bajo la copa de un gran árbol que ofrecía un pequeño recoveco cual paraguas puesto ahí para tal misión. Consigo ponerme el chubasquero y prosigo la marcha. Cada componente del grupo ya anda solo o en parejas impartiendo cada uno su propio ritmo.
Sigo hasta las gradas de Soaso, un regalo para mis ojos. En ese momento pienso que es lástima la lluvia que nos estaba cayendo, sino seguro que me habrían entrado unas ganas brutales de darme un chapuzón en esos hermosos pozos que se formaban. Más adelante me daría cuenta de lo realmente fría que estaba el agua. Esperamos a los componentes del grupo, ya que las gradas están justo antes de llegar a la pradera que precede la famosa Cola de caballo, todo el mundo llega, y todos nos encontramos salvo el primer componente. Estará en la Cola de Caballo puesto que ahí es donde habíamos quedado en un principio. La lluvia había cesado y llegamos a la pradera. Era lo que yo llevaba ya tres horas esperando puesto que esa imagen es la imagen que sale en todos los sitios que te cuentan como es el valle de Ordesa. Se me llena la boca con una enorme sonrisa, y una satisfacción que llevaba rato deseando.

Con todo esto son más de las dos del mediodía y decidimos que es hora de comer, nos separamos un poco del camino principal y comemos bajo un sol radiante. Mientras hacemos la comida me encuentro con un amigo que venía de intentar la cumbre pero a causa del frio y del mal tiempo no consiguió coronarla, así que se va un poco defraudado hacia abajo. Por fin las malditas nubes habían desaparecido, tras esto voy a por un poco de agua al rio para aclarar mi recipiente ahí es donde me doy cuenta de lo realmente fría que esta el agua y que quizás ya no me apetecía tanto haberme tirado en los pozos de las gradas, aunque hubiera un gran sol.

Tras la comida se debate en el grupo. Tres de los componentes dicen que están agotados y que no subirán hasta el refugio para hacer noche, los otros tres seguimos dispuestos a todo. Hacemos cambios en tema tiendas de campañas, aligeramos un poco el peso y nos dirigimos todos hacia la Cola de Caballo que estaba a escasos cinco minutos del lugar donde habíamos comido.

Tras regocijarnos frente la cola llega una decisión, una importante decisión, subir hasta el refugio ¿Pero cómo? Tenemos dos posibles vías; las Clavijas de Soaso y el camino de los mulos. Un pequeño receso y los intento convencer de ir por las clavijas que será una experiencia bonita y única. No están muy seguros pero al final consigo hacerme con la mía y subir por las clavijas. Con todo esto son ya las cinco de la tarde pasadas.

Para mi subir por las clavijas es una sobredosis de adrenalina, una experiencia más que recomendable. Ver que estas subiendo por una pared agarrado a una cadena y tener todo el valle a tus pies te hace sentir pequeño pero al mismo tiempo muy grande.
Conseguimos llegar hasta el GR que es el que nos llevará hasta el refugio, seguimos andando y llegamos a este. Lástima no hay sitio en él, era de esperar puesto que había muchísima gente y fuimos casi de los últimos en llegar. Son ya las siete de la tarde pasadas y decidimos cenar en el refugio pues hacia ya un par de días que no cenábamos en muy buenas condiciones. Nos dicen que a las ocho tenemos la mesa. Perfecto, tenemos como media hora libre y me pongo a buscar un sitio donde pernoctar. Encuentro un terreno no muy llano pero si aceptable, dejamos las lonas, piquetas y demás componentes en lo que será ya nuestro terreno.

¡Las ocho! Nos toca el turno de cena, hay que decirlo la cena no estaba mal pero no para costar lo que costo, una cena un poco cara, mas tarde me arrepentí de haber cenado ahí y no usar el Camping Gaz y la comida que llevábamos, para eso la estuvimos cargando todo el camino, bueno que le haremos, le daremos otro uso…

Terminamos de cenar y vamos hacia nuestra parcela, por llamarla de algún modo, montamos la tienda y nos hacemos un rico te, después de este nos vamos exhaustos a dormir. Es la vez que más alto duermo en toda mi vida, dormir a 2160m sienta bien. Sé por experiencia propia que dormir en tienda si el suelo no es muy bueno es muy pero que muy incomodo. Pues esta creo que ha sido una de mis peores noches dentro de un saco y una tienda de campaña. Para empezar casi imposible conciliar el sueño dentro de una tienda con otras dos personas. Con una inclinación en el suelo prominente proponemos la solución de poner las mochilas en el fondo de la tienda y que así nos hagan de tope y no caernos unos encima de los otros, al principio parece muy buena idea pero luego me doy cuenta que no es buena idea, al menos para mí.

El tener la mochila en los pies va bien siempre y cuando no tengas que hacer fuerza para poder mantenerte en el sitio, yo de eso me di cuenta a las cuatro y pico de la mañana, cuando después de llevar horas desvelado, en la cual te da tiempo para pensar en muchas cosas, como por ejemplo hacer un blog y plasmar las impresiones de este viajecito en algún sitio, lo único que conseguía era echar una que otra cabezadita. Tras una larga noche decidí darme la vuelta, es decir colocar la cabeza donde tenía los pies… ¡gloria bendita! Después de eso conseguí empezar a dormir, creo que ahí ya fue cuando empecé a descansar y por fin pasar una noche, o lo que quedaba de ella más decente.

3 comentarios:

Marco Galve Badia dijo...

Hola, soy uno de "los tres de Goritz"
La admirable belleza del cañón de Ordesa es para un trekkerviajante de obligada asistencia. Las clavijas de soaso para mi fueron todo un hito de supervivencia aunque para muchos sea una pequeña escalada asistida por cadenas. Jamas volveré a subir, lo juro, esas no.
Maravilloso paraje para los amantes de la montaña.
I have to go back, Victor. I have to go back...

Carlos Morell dijo...

Queremos ver el 2n dia!!
Estamos impacientes para deleitarnos con las vivencias "trekkienses" que has vivido

Anónimo dijo...

Ei! No sabia que tenies un blog dels teus viatges, esta currat!
Jo soc un dels 3 "Renegados" jejejej, la veritat es que no estaba gens preparat físicament i això em va treure les ganes d'intenntar seguir endavant. Despres de veure com pujaveu per aquella paret infernal i com de rebentats veu tornar crec que vaig fer bé en quedarme ;)

Espero que aviat ens tornem a embarcar en una aventura com aquesta, a pesar de tot m'ho vaig passar genial!