20 diciembre, 2012

Highlands & Loch Ness

Último día por este país y que mejor forma de terminar esta semana que visitando una de las zonas más conocidas de Escocia, Las Highlands y como no el Loch Ness.

Empezaremos por las Highlands.

Estas tierras que se encuentran situadas al Noroeste de Escocia, para trazar una línea aproximada diríamos que es desde Stirling hacia todo el resto de la isla.

Empezamos el viaje en dirección Stirling, pero por un corte en la autopista tenemos que dirigirnos hacia Glasgow y como el desvío queda a pocos kilómetros de la ciudad el guía decide que nos acerquemos aunque sea a ver la Catedral desde lejos.

Una vez solventado este pequeño imprevisto que nos hace retrasarnos unos 30 minutos sobre lo establecido nos dirigimos, ahora si, hacia Stirling, vemos lo mismo que ya vimos el día anterior en nuestra visita.

Seguimos ruta hacia Glencoe donde hacemos una parada para poder estirar las piernas, desayunar alguna cosa y ver los paisajes un poco más detenidamente y sin tanta prisa. 
Podemos ver las ovejas típicas de estos lares con su cabeza negra y por escasos días no conseguimos ver vacas peludas ya que como empieza la temporada del frío las llevan a otros lugares no tan fríos.
Hay que decir que los paisajes de las Highlands es increíble  todo son montes, pequeños de altura pero todo el paisaje salpicado de ellos y entre medio hay pastos en grandes llanuras, ríos,  lagos o incluso el mar. Sin lugar a dudas es un paisaje que no puede disfrutarlo tal y como hubiera querido ya que el tiempo en un tour guiado es muy ajustado me quedará pendiente poder visitar esto con más calma y pudiendo disfrutar de sus escarpados acantilados y de sus bonitas (aunque frías) calas.
Seguimos inmersos en sus paisajes que me fascinan las más de dos horas que tardamos en llegar al Lago Ness que es el punto final a nuestra ruta.

Nos subimos a un pequeño barco que nos da una vuelta a este famoso lago de aguas negras conocido por el famoso monstruo del Lago Ness, Nessie.
Como no, no conseguimos toparnos con el monstruo, así que la próxima vez será.
En Fort Augustus podemos ver parte de las reclusas que se usan para unir los más de 100 km que separan el mar del Norte con el Atlántico Norte, en su día fue una obra faraónica para poder unir estos dos mares y que jamás se llego a dar el uso para el que fue construido ya que durante el transcurso de la obra se construyo un ferrocarril que unía estos dos puntos con mayor rapidez que el canal.
Por cierto estas reclusas ayudan a salvaguardar los desniveles que transcurren durante el paso del canal por diversos ríos y lagos. 
Una vez terminado nuestro pequeño "crucero" tenemos que volver al autocar que nos llevará de vuelta a Edimburgo, lástima que no podamos disfrutar de las vistas de la vuelta ya se nos tiró la noche encima, pero antes de que esto sucediera pudimos disfrutar del Commando Memorial, un memorial levantado a los soldados caídos durante las guerras en las que han participado.
Nos sorprendió que en este país le tienen mucho aprecio y respeto a los soldados y son una parte vital para ellos.
Ya llegados a Edimburgo nos disponemos a cenar en el Standing Order antiguo banco reconvertido en restaurante/bar/pub, un sitio muy recomendado que ofrecen buena comida y bebida a un precio muy razonable.


Scotland wait for me, I'll come back again!

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