09 septiembre, 2012

GR-11 Intento fallido, pero de reflexión

Me he dado cuenta de dos cosas en estos dos días.

La primera es que la gente por naturaleza es amable, desde aquí quiero dar las gracias a Andrea y a su padre por llevarme desde la estación de Irún al albergue de Hondarribia y también a la pareja que me bajó a Irún tras desfallecer mentalmente.

La segunda cosa es que no se puede huir de los problemas hay que afrontarlos y a más a más no puedes hacerles frente solo, necesitas esos pilares llamados amigos (no voy a dar nombres puesto que sabéis de sobras quienes sois)

Me levanto por la mañana con una idea muy clara en la cabeza, este es mi viaje y esta será mi vía de escape, es lo que necesito, reordenar mis ideas y aclarar las cosas que he dejado atrás.

Empiezo a andar disfrutando sin dar vueltas a la cabeza, veo las fiestas de Hondarribia, dónde miles de hombres desfilan por las calles desde las 7 de la mañana, pero después de 4 horas andando empiezan a venirme pensamientos negativos que intento controlarlos pensando que voy a llegar y que las cosas se calmaran, pero las cosas no se calman y toco fondo cuando me extravío del camino y sigo por un sendero que no es, más de 1h 30' fuera de ruta y en dirección opuesta a sido demasiado para mi ya frágil estado mental.
La cabeza no esta por lo que tiene que estar y si no se puede ir al 100% mejor no ir.

Ahora escribo estas lineas esperando el autobús que me llevará a la cruda realidad, volveré a la rutina y espero que el día a día y afrontando los problemas y no huyendo lo ponga a todo en su sitio.

Hay cafés que sientan a gloria y conversaciones telefónicas que te abren la mente.

Gracias a todos los que me respondisteis.

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