08 mayo, 2012

Ginebra

Geneve, 6 – 9 de abril ‘12

Como siempre madrugón para coger el vuelo pero sin problemas, si es para disfrutar se madruga a gusto.

En algo más de una hora nos plantamos en Ginebra, otra de las “capitales” europeas donde muchos de los organismos internacionales poseen sede por ser un país neutro en conflictos bélicos pasados.
Durante el vuelo hemos podido disfrutar de los Alpes y me he regocijado como un niño al ver el Mont Blanc (montaña que tengo en mente y que acabará cayendo)
Al llegar a la ciudad Suiza nos quedamos sorprendidos al ver que el transporte publico es gratuito para turistas así que nos vamos en tren hacia la estación y de esta a buscar nuestro Youth Hostel (con perdida incluida)

Dejamos los bártulos en unas taquillas ya que no podemos hacer el check-in hasta las 14h y decidimos ir a visitar la ciudad.
Nos hacemos con un mapa y hacia el centro, paseamos al lado del lago y vemos por vez primera el Jet D’eau (que lo acabaremos aburriendo) seguimos dirección al puente del Mont Blanc que nos permite cruzar de un lado al otro de la ciudad, pero antes nos paramos a visitar el Reloj de flores situado en el Jardins anglais, un reloj decorado con mas 6300 plantas y flores y además poseer el titulo del reloj más grande del mundo.
Ahora si nos adentrarnos en su zona más comercial con sus tiendas de relojerías y joyerías para darnos paso a su casco antiguo.

En el casco antiguo nos encontramos con la Cathédral de St. Pierre, acostumbrado a ver las grandes catedrales que hay en España/Francia e incluso por el centro de Europa (aunque con un diseño distante) ver esta catedral me resulta austera, con su diseño bajo y recordándome mas bien a un mausoleo, por dentro sus "bajos" techos hacen de ella una catedral peculiar.
Paramos a comer y tomarnos algo en una terraza del centro del barrio antiguo y aquí nos damos cuenta lo sumamente caro que es todo en este país y lo que nos quedará por sufrir…
Callejeamos hasta llegar al Muro de los Reformadores con sus grandes tableros de ajedrez en el suelo.
Desde aquí decidimos ir a descansar un rato en el parque de La Grange que hay no muy lejos de aquí y poder disfrutar de este buen día que nos queda.


Al día siguiente decidimos ir a ver la ONU pero fracasamos por no encontrar la entrada correcta, así que con algo de lluvia ponemos rumbo al jardín botánico y tomarnos nuestro primer Suizo, que aquí curiosamente se llama Vienes ¿entonces en Viena se llamará Suizo? Duda circunstancial que me entro en ese momento, el año que viene lo descubriré =D
Por la tarde fuimos a pasear un rato por las calles comerciales y hacer nuestras compras típicas y a descansar al Hostel ya que estaba lloviendo a cantaros y no nos apetecía mojarnos.
Antes de ir a cenar decidimos hacer parada para poder disfrutar del Jet D’eau de noche y con la iluminación quedo precioso, de postal.


Un día menos para que se terminen las vacaciones y hoy nuestra previsión es subir al monte Saleve donde disfrutaremos de unas vistas aéreas de Ginebra y si el tiempo acompaña el Mont-Blanc por el otro costado… pero como era de esperar ¡no vemos nada! El cielo esta encapotado hace un frío tremendo y para colmo ¡se nos pone a helar! Si si, nos graniza… hace dos días estábamos tomando el sol y sudando en una terraza (hasta cogimos color) y hoy frío invernal, estos suizos no se aclaran con el tiempo.
Hay que decir por eso que el monte Saleve esta situado en el país Galo por lo que tenemos que cruzar la frontera, eso si sin mayor complicación simplemente una antigua aduana ya en desuso.

Por la tarde decidimos ir hasta Carouge que nos queda a medio camino y volver andando hasta el centro de la ciudad, como siempre desorientándonos un poco… como me suceda esto en los Pirineos me viendo siendo rescatado por un helicóptero =S



Último día pero no por ello lo vamos a desaprovecharlo, así que tras el fracaso de la visita a la ONU hoy si que vamos a visitarla, sabiendo que la entrada esta enfrente de la sede de la Cruz Roja.
Magnifica visita, explicándonos los distintos tipos de sala cada una para que se usa, viendo la gran sala que creo el artista mallorquín Miquel Barceló, el regalo de un telar de china en donde un efecto óptico te invita siempre a entrar y un sin fin de regalos de distintos países. 
Una hora por lugares donde se toman grandes decisiones a nivel mundial.
Como todavía nos queda un poquito de tiempo antes de ir a comer e ir al aeropuerto para volver vamos a ver una pequeña exposición de relojes de la marca Swatch.
Y que mejor manera de terminal nuestra estancia en Suiza que con esto… 



Nos vemos en los Pirineos!!

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