22 marzo, 2012

Girona

Girona, 11 de diciembre ‘11

Girona es una de estas ciudades que la tienes cerca y nunca te decides ir a visitarla.
Solo tengo un vago recuerdo de la ciudad de una excursión que hicimos con el colegio pero que por mala suerte nos diluvio, así que aprovechando una mañana de domingo soleado nos vamos a visitar esta ciudad medieval tan encantadora.

Lo primero que ves al entrar en Girona es el Parc de la Devesa y un poquito más al fondo destacan dos grandes torres, la del ayuntamiento y como no, la de su catedral.
Girona es una pequeña ciudad para recorrerla sin prisas, disfrutando de sus callejuelas, su antiguo barrio judío, sus empinadas cuestas y estrechas escaleras con peldaños hechos para gente muy alta.
Al ser domingo pudimos disfrutar del museo de la catedral que era gratuito.
Siempre que entro en museos de iglesias/catedrales me fascina que la iglesia tenga tantísimas piezas de un valor incalculable, bordados de hilo de seda, insignias de oro y que encima pidan dinero para la pobreza me parece un tanto hipócrita, en fin.
 También pudimos disfrutar un poco de su ambiente navideño con un pequeño mercado situado en la Plaça de Josep Pla, cruzar sus numerosos puentes que te permiten pasar de un lado al otro de la ciudad que queda cortada por el río Onyar. Los más emblemáticos son el Pont de Pedra, el único construido con este material durante el reinado de Isabel II y el Pont de Ferro o Pont de les Peixateries Velles, también conocido como Puente Eiffel, ya que fue este el constructor de dicho puente años antes de que levantara la famosa Torre Eiffel en Paris.
Otra perspectiva bonita de Girona es recorrer su muralla en la que disfrutaras no solo de la ciudad a vista de pájaro, si no que también te quedara una imagen de postal al ver los Pirineos de fondo.
¡Próxima parada Tarragona!

No hay comentarios: