El Grand Canyon es indescriptible,
insuperable, imponente, INCREIBLE! No existe adjetivo para poder definir la
majestuosidad de esta belleza de la naturaleza, fue una de las 21 finalistas a
convertirse en una de las 7 maravillas naturales del mundo.
En sus
más de 450km de largo el cañón llega a tener una anchura máxima de hasta 29km y
en la parte dónde nosotros nos encontramos son unos majestuosos 16km hasta el
otro extremo.
El primer
día toca adentrarse hacia su cañón, pero tal y como nos avisan en el centro de
visitantes no vamos preparados para pasar más allá de su segundo “punto de
avituallamiento” ya que el calor aprieta y a medida que te vas adentrando al
cañón la temperatura va subiendo.
Hay que
saber que la parte alta del cañón se encuentra a unos 2000 metros y hay hasta
1600 metros
de desnivel negativo hasta el punto más bajo del río. Nosotros hacemos sobre
unos 400 m
de descenso y por la tarde yo me voy a correr por su acantilado (sigo pensando
que es una de las mejores maneras de conocer los sitios) y disfrutar de su
preciosa y bella puesta de sol.
Ya al día
siguiente toca ver el cañón desde las alturas en una excursión que teníamos
contratada a primera hora de la mañana para poder disfrutar más aún si cabe y
poder apreciar un poco más la majestuosidad de esta belleza natural.
Las fotos
que os pueda colgar o los vídeos que se puedan ver jamás harán justicia a lo
increíble que es el cañón.
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