Después
de conducir por la California Road 1, de estar suspendidos entre la inmensidad
del Océano Pacífico y los acantilados del Big
Sur volver a tener esa sensación de que no somos nadie en medio de este
enorme planeta, simplemente huéspedes que tarde o temprano abandonaremos este idílico
lugar, llegamos a las famosas playas de Malibu primero y Santa Mónica después.
Malibu
no es esa típica playa de kilómetros de arena blanca y palmeras salvaguardando
su identidad, es una pequeña playa familiar rodeada de casas con sus parcelas
propias de playa bien delimitadas, es una playa más bien tranquila en comparación
a la playa de Santa Mónica, eso sí, tiene las típicas casetas de los vigilantes
de la playa, con su quad y su tabla.
Santa Mónica, esta sí que es la playa kilométrica de arena fina y blanca con sus casetas de los vigilantes de la playa (cuanto daño hizo esa serie) en donde puedes encontrarte a los patinadores rodando por su paseo o gente paseando por su arena y dejándose bañar los pies por el agua del Pacífico, o simplemente paseando por su muelle, conocido por ser el final de la Old Historic Route 66, de la cual tuve suerte de hacer una decena de kilómetros, pero que en mi mente está el poder hacer las más de
Un
pequeño paseo por su calle más céntrica y dirección a nuestras habitaciones en
Los Ángeles, que aunque no lo parezca Los Ángeles es una ciudad muy grande y
muestra de ello lo dan sus 4 millones de habitantes.
Al
día siguiente fuimos a visitar Los Ángeles, todo el mundo me ha comentado que
es una ciudad que no merece la pena visitar, que no malgastes los días ahí pero
quería comprobarlo por mí mismo y así lo confirmé.
Los
Ángeles tiene ese falso mito de los años 50 en dónde se encontraban los
estudios de cine a los pies de la colina con el cartel de Hollywood, dónde las
estrellas de cine se reunían, pero hoy ya no es así.
Escasas
4 manzanas con las estrellas de los famosos actores/directores/cantantes etc.
en el suelo, un teatro chino con las huellas de unos famosos y poca cosa más.
El
cartel hay que ir a buscarlo en coche ya que tienes que ir a un punto exacto de
la ciudad para poder divisarlo y además no puedes subir a las famosas letras.
Rodeo
Drive y Beverly Hills, la primera la zona de tiendas más lujosa de la ciudad y
así lo confirman tiendas como; Tiffany’s, Channel, Porsche y un largo etc, de
caras tiendas y la segunda las residencias de la gente adinerada y apoderada de
la ciudad que poco vas a ver más que unos altos setos tapando las lujosas
residencias.
Y
el Downtown, que más que un sitio bonito a visitar es un sitio algo deprimente
con sus tiendas de falsificaciones y su non grato paseante.
Así
que con esta imagen dejamos “la ciudad de los sueños” para irnos otra vez a la
naturaleza más extrema, Death Valley y el Desierto de Mojave.
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