Girona, 11 de diciembre ‘11
Girona es una de estas ciudades que la tienes cerca y nunca te decides ir a visitarla.
Solo tengo un vago recuerdo de la ciudad de una excursión que hicimos con el colegio pero que por mala suerte nos diluvio, así que aprovechando una mañana de domingo soleado nos vamos a visitar esta ciudad medieval tan encantadora.
Lo primero que ves al entrar en Girona es el Parc de la Devesa y un poquito más al fondo destacan dos grandes torres, la del ayuntamiento y como no, la de su catedral.
Girona es una pequeña ciudad para recorrerla sin prisas, disfrutando de sus callejuelas, su antiguo barrio judío, sus empinadas cuestas y estrechas escaleras con peldaños hechos para gente muy alta.
Al ser domingo pudimos disfrutar del museo de la catedral que era gratuito.
Siempre que entro en museos de iglesias/catedrales me fascina que la iglesia tenga tantísimas piezas de un valor incalculable, bordados de hilo de seda, insignias de oro y que encima pidan dinero para la pobreza me parece un tanto hipócrita, en fin.
Otra perspectiva bonita de Girona es recorrer su muralla en la que disfrutaras no solo de la ciudad a vista de pájaro, si no que también te quedara una imagen de postal al ver los Pirineos de fondo.
¡Próxima parada Tarragona!
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