Geneve, 6
– 9 de abril ‘12
Como siempre madrugón para
coger el vuelo pero sin problemas, si es para disfrutar se madruga a gusto.
En algo más de una hora
nos plantamos en Ginebra, otra de las “capitales” europeas donde muchos de los
organismos internacionales poseen sede por ser un país neutro en conflictos
bélicos pasados.
Durante el vuelo hemos
podido disfrutar de los Alpes y me he regocijado como un niño al ver el Mont
Blanc (montaña que tengo en mente y que acabará cayendo)
Al llegar a la ciudad Suiza
nos quedamos sorprendidos al ver que el transporte publico es gratuito para
turistas así que nos vamos en tren hacia la estación y de esta a buscar nuestro
Youth Hostel (con perdida incluida)
Dejamos los bártulos en
unas taquillas ya que no podemos hacer el check-in hasta las 14h y decidimos ir
a visitar la ciudad.
Nos hacemos con un mapa y
hacia el centro, paseamos al lado del lago y vemos por vez primera el Jet D’eau
(que lo acabaremos aburriendo) seguimos dirección al puente del Mont Blanc que
nos permite cruzar de un lado al otro de la ciudad, pero antes nos paramos a
visitar el Reloj de flores situado en el Jardins
anglais, un reloj decorado con mas 6300 plantas y flores y además poseer el
titulo del reloj más grande del mundo.
Ahora si nos adentrarnos
en su zona más comercial con sus tiendas de relojerías y joyerías para darnos
paso a su casco antiguo.
En el casco antiguo nos encontramos con la Cathédral de St. Pierre, acostumbrado a ver las grandes catedrales que hay en España/Francia e incluso por el centro de Europa (aunque con un diseño distante) ver esta catedral me resulta austera, con su diseño bajo y recordándome mas bien a un mausoleo, por dentro sus "bajos" techos hacen de ella una catedral peculiar.
Paramos a comer y tomarnos algo en una terraza del centro del barrio
antiguo y aquí nos damos cuenta lo sumamente caro que es todo en este país y lo
que nos quedará por sufrir…
Callejeamos hasta llegar
al Muro de los Reformadores con sus grandes tableros de ajedrez en el suelo.
Desde aquí decidimos ir a
descansar un rato en el parque de La
Grange que hay no muy lejos de aquí y poder disfrutar de este
buen día que nos queda.
Al día siguiente decidimos
ir a ver la ONU
pero fracasamos por no encontrar la entrada correcta, así que con algo de lluvia
ponemos rumbo al jardín botánico y tomarnos nuestro primer Suizo, que aquí
curiosamente se llama Vienes ¿entonces en Viena se llamará Suizo? Duda
circunstancial que me entro en ese momento, el año que viene lo descubriré =D
Por la tarde fuimos a pasear
un rato por las calles comerciales y hacer nuestras compras típicas y a
descansar al Hostel ya que estaba lloviendo a cantaros y no nos apetecía
mojarnos.
Antes de ir a cenar
decidimos hacer parada para poder disfrutar del Jet D’eau de noche y con la
iluminación quedo precioso, de postal.
Un día menos para que se
terminen las vacaciones y hoy nuestra previsión es subir al monte Saleve donde
disfrutaremos de unas vistas aéreas de Ginebra y si el tiempo acompaña el
Mont-Blanc por el otro costado… pero como era de esperar ¡no vemos nada! El
cielo esta encapotado hace un frío tremendo y para colmo ¡se nos pone a helar!
Si si, nos graniza… hace dos días estábamos tomando el sol y sudando en una
terraza (hasta cogimos color) y hoy frío invernal, estos suizos no se aclaran
con el tiempo.
Hay que decir por eso que
el monte Saleve esta situado en el país Galo por lo que tenemos que cruzar la
frontera, eso si sin mayor complicación simplemente una antigua aduana ya en
desuso.
Por la tarde decidimos ir
hasta Carouge que nos queda a medio camino y volver andando hasta el centro de
la ciudad, como siempre desorientándonos un poco… como me suceda esto en los
Pirineos me viendo siendo rescatado por un helicóptero =S
Último día pero no por
ello lo vamos a desaprovecharlo, así que tras el fracaso de la visita a la ONU hoy si que vamos a
visitarla, sabiendo que la entrada esta enfrente de la sede de la
Cruz Roja.
Magnifica visita, explicándonos
los distintos tipos de sala cada una para que se usa, viendo la gran sala que
creo el artista mallorquín Miquel Barceló, el regalo de un telar de china en
donde un efecto óptico te invita siempre a entrar y un sin fin de regalos de
distintos países.
Una hora por lugares donde se toman grandes decisiones a nivel mundial.
Como todavía nos queda un
poquito de tiempo antes de ir a comer e ir al aeropuerto para volver vamos a
ver una pequeña exposición de relojes de la marca Swatch.
Y que mejor manera de
terminal nuestra estancia en Suiza que con esto…
Nos vemos
en los Pirineos!!